K-LINE
Ofrecer más luz: esta es la promesa de K•LINE, que hace de esta apuesta el elemento fundamental en el diseño de todos sus productos.
Durante la década de 1990, K•LINE asumió el desafío de democratizar la ventana de aluminio. Mediante opciones técnicas innovadoras y una industrialización llevada al extremo. Su esbeltez es así la garantía de una luminosidad interior superior a la mayoría de las ventanas tradicionales del mercado.
Conocedores del papel fundamental que la luz desempeña en tu bienestar diario, K•LINE fue el primer fabricante en imponer un nuevo estándar en carpintería de aluminio en el mercado: la hoja oculta. Una revolución que ofrece a nuestras ventanas de aluminio una superficie acristalada un 15% mayor que la de una ventana tradicional de hoja vista. Una actuación que se ha convertido en nuestra firma: La ventana luminosa.
Con la innovación como ADN, K•LINE ha conseguido concentrar el alto aislamiento, la luz y el diseño en un mínimo de material. La atención al detalle y la calidad caracterizan todos nuestros productos: carpintería de aluminio con una finura inigualable, materiales nobles, montaje preciso, todo ello para un rendimiento óptimo. De este modo, la ventana se convierte en un elemento decorativo por si misma, que aumenta el valor de tu propiedad.
UNA EMPRESA COMPROMETIDA CON SUS CLIENTES Y CON EL PLANETA
SUSTENTABILIDAD
TECNOLOGÍA Y FABRICACIÓN 100% EUROPEAS
Nacidos de la tecnología francesa, los cerramientos de aluminio K•LINE se fabrican en algunas de las fábricas más modernas de Europa: seis factorías en Francia y una en España, en Parets del Vallés (Barcelona).
Reconocido por sus propiedades naturales, el aluminio es un material seguro, ideal para conservar la calidad del aire interior ya que no emite polvo, vapor o partículas que presenten alguna toxicidad al contacto, incluso en caso de incendio.
Proviene de la bauxita, el tercer recurso natural del planeta, y el 50% de los recursos eléctricos utilizados para su transformación y conformación son hidráulicos.
El aluminio forma parte de una cadena de reprocesamiento estructurada que actualmente reutiliza el 95% del aluminio de los edificios al final de su vida útil. Al ser 100% reciclable sin pérdida de propiedades, el aluminio no sólo satisface los requisitos de vanguardia de la carpintería contemporánea y el desarrollo sostenible, sino que también es una opción de futuro para preservar nuestro planeta y sus recursos. Hoy en día, el aluminio es parte integrante del desarrollo de normas de construcción respetuosas con el medio ambiente, como demuestra el hecho de que la carpintería de aluminio K•LINE cumpla los requisitos vigentes.
